Las mieles de Tenerife
El clima y la orografía de Tenerife confieren a su flora unas características singulares; estas combinaciones florales y los endemismos botánicos explican la diversidad y originalidad de las mieles de Tenerife.
Las mieles de Tenerife se obtienen de unas 10.000 colmenas de tipo movilistas distribuidas por toda la geografía insular bajo el cuidado de unos 500 apicultores, que con la dedicación y el esmero propio de los artesanos, atienden unos colmenares de pequeña dimensión. La abeja autóctona de Tenerife es la abeja negra, produciéndose al año unos 150.000 kilos de miel por término medio, lo que representa un 50 % del total obtenido en Canarias.
El traslado de las colmenas en busca de las floraciones más adecuadas en cada momento permite obtener unas mieles muy especiales, que ofrecen una riqueza de sabores y colores inusual en otras zonas productoras, desde las tonalidades claras y sabores menos intensos de la miel de Retama y Tajinaste, al color oscuro y sabor fuerte de la miel de platanera - aguacate, pasando por toda la gama de ámbares y dorados.
Mieles multiflorales
En Tenerife encontramos exquisitas mieles multiflorales o de "milflores" con unas características sorprendentes, fruto de las múltiples combinaciones florales posibles al no predominar una especie botánica determinada. Las mieles de Tenerife se clasifican, en función de la altura donde se producen, en Mieles de Cumbre, de Monte y de Costa.
Son las producidas a una cota superior a los 1200 metros de altitud, básicamente en Las Cañadas del Teide a partir de flores como la retama, el tajinaste y la chahorra. Entre ellas destaca la Miel de Retama del Teide, producida a más de 1500 metros de altitud.
Se producen en colmenares situados entre los 450 y 1200 metros de altitud. Destacan las mieles multiflorales de monte, así como las monoflorales de castaño, brezal o tajinaste. Son de sabores más intensos cuando dominan los brezos, hinojos o castaños, y algo más suaves y aromáticas cuando domina el orégano, el eucalipto o el escobón.
Son mieles producidas por debajo de los 450 metros de altitud, en las que se combinan el azahar, la barrilla, el balo, el aguacate, la platanera y otras especies. Entre estas mieles sobresale la de aguacate - platanera.
Mieles monoflorales
También se producen en la isla exclusivas mieles monoflorales, cuando proceden del néctar de una planta o de un número muy reducido de plantas.
Se produce en el periodo de primavera - verano, a más de 1500 metros de altitud, en el Parque Nacional del Teide. Es la miel más antigua de Tenerife y la más tradicional en el sector de la miel. De color ámbar muy claro, resulta especialmente indicada por su delicado sabor para acompañar infusiones y desayunos.
Se obtiene de las diversas especies de tajinastes existentes en la isla, localizadas principalmente en los altos de Arafo y Arico. Es una miel de color muy claro y sabor suave, de aroma floral, adecuada para acompañar alimentos a los que no se desea enmascarar su sabor.
Miel de primavera, producida en las zonas bajas de la isla. Presenta un color oscuro, casi negro, y un aroma característico e intenso que recuerda al caramelo y la fruta madura. Por su intensidad de color y aroma, ha sido usada tradicionalmente para amasarla con gofio y frutos secos, dando lugar a las exquisitas "pellas".
Es una miel de verano - otoño, cuando florecen los castaños situados en los altos de la vertiente norte de la isla y en los de Arafo y Candelaria. Tiene un color ámbar muy oscuro y destaca por la gran intensidad y persistencia de su aroma. Es adecuada para acompañar postres, amasar gofio, o servir de condimento en elaboraciones de carnes y aves.
Se produce en las zonas en las que el matorral de brezo se combina con tomillo, orégano y aceviño, en el arranque de la Corona Forestal. Es una miel escasa en producción, que presenta un color ámbar medio, un aroma de intensidad media, y astringencia intensa.