Flora y fauna: Introducción
La Macaronesia o Región Macaronésica es el nombre colectivo con el que se conocen a cinco grupos de islas situadas en la zona centrooriental del Atlántico Norte; el término Macaronesia, procedente del griego makárôn nêsoi “islas afortunadas”, fue acuñado por el botánico y naturalista inglés Philip Barker Webb (1793-1854) para designar a un grupo de archipiélagos de origen volcánico (Azores, Madeira, Salvajes, Canarias y Cabo Verde), que comparten diversos aspectos naturales y climatológicos.
El Archipiélago Canario es el de mayor riqueza florística de la Región Macaronésica. Es, además, la cuarta región natural del mundo en cuanto a endemismos florísticos, con 1700 plantas superiores catalogadas, de las que unos 20 géneros y más de 500 especies son endémicas.
Según datos del antiguo C.E.I.C. (Centro Ecológico de Icona en Canarias), el número total de especies de plantas en España asciende a unas 2000 especies, de las cuales 502 son endemismos canarios.
En cuanto a la fauna, existen en Canarias más de 6000 especies de invertebrados y 109 especies de vertebrados, siendo 20 de estas últimas especies introducidas.
Pese a su reducida extensión de 2034 Kms. cuadrados, siendo la mayor de todas las Canarias, la isla de Tenerife posee una sorprendente diversidad ecológica fruto de unas especiales condiciones ambientales, pues la accidentada orografía de la isla modifica localmente las condiciones climáticas generales, lo que da lugar a una rica variedad de microclimas. Esta abundancia de microclimas y, en consecuencia, de hábitats naturales, se refleja claramente en la vegetación insular, formada por una flora rica y variada (1400 especies de plantas superiores), entre las que destacan numerosos endemismos canarios (200) y tinerfeños (150).
Al disponer de este patrimonio vegetal de unas 150 especies exclusivas, la isla de Tenerife presenta la mayor relación de endemismos florísticos de toda la Macaronesia.
Por otro lado, los diferentes materiales volcánicos, bajo la acción combinada de los agentes climáticos, originan una gran diversidad de suelos. La conjunción de estos diversos factores determina así la existencia de hábitats muy variados que albergan numerosas comunidades de plantas y animales que, al interrelacionarse, constituyen los singulares
La vegetación de Tenerife se distribuye en 6 grandes ecosistemas, directamente relacionadas con la altitud y la orientación N-S de las vertientes de la isla:
CARDONAL - TABAIBAL: 0 - 700 m. Matorrales xerófilos bien adaptados a la sequía, abundante insolación y fuertes vientos de la zona. Numerosos endemismos. Tabaibas, cardones, cardoncillos, ...
BOSQUES TERMÓFILOS: 200 - 600 m. Zona de transición. Lluvias y temperaturas moderadas. Area degradada por la actividad humana. Numerosas especies endémicas. Sabinas, dragos, palmeras, ...
LAURISILVA: 500 - 1000 m. Bosque denso de grandes árboles, herederos de la flora de la Era Terciaria, situados en zona de nieblas y lluvias frecuentes. Gran variedad de especies, con abundante sotobosque de arbustos, herbáceas y helechos. Loros (laureles), acebiños, viñátigos, barbusanos, ...
FAYAL - BREZAL: 1000 - 1500 m. Bosque más seco y pobre en especies. Reemplaza a la laurisilva cuando ésta ha sido degradada. De gran importancia forestal. Fayas, brezos, acebiños, ...
PINAR: 800 - 2000 m. Bosque de pinos en formación abierta, con sotobosque escaso y poco variado. Pino canario, escobones, jara, ...
ALTA MONTAÑA: más de 2000 m. Clima seco, altísima insolación y temperaturas extremas. Flora muy bien adaptada. Endemismos de gran importancia científica y belleza. Tajinastes, retamas, violeta del Teide, ... La fauna insular es también interesante, con un elevado número de endemismos en los invertebrados y especies únicas en cuanto a reptiles, aves y mamíferos.
El inventario faunístico de Tenerife se estima en 400 especies de peces, 56 de aves, 5 de reptiles, 2 de anfibios, 13 de mamíferos terrestres y varios miles de invertebrados, además de algunas especies de tortugas marinas y cetáceos.