Murgas del Carnaval
Las murgas consisten en un grupo de personas que cantan con letras en las que se hace crítica generalmente política, pero también a los problemas de la sociedad en general. Frecuentemente desarrolladas con humor e ironía, las composiciones se hacen sobre la base de canciones populares, a las que se les cambia la letra, con los pitos murgueros que portan cada uno de los integrantes. El grupo suele ser numeroso (más de 20 personas) y es acompañado únicamente por percusión. Son uno de los elementos más populares de los carnavales y se hacen concursos en donde se premian a las murgas más destacadas en presentación e interpretación, celebrándose en 1961el primer concurso de murgas. Entre los años 1961 y 1977, cuando al Carnaval todavía se le denominaba oficialmente como Fiestas de Invierno, se otorgaban premios en una única categoría. Desde el año 1978, el concurso otorga premios en dos modalidades: Interpretación y Presentación. El máximo galardón en el Concurso de Murgas de Santa Cruz de Tenerife es el Primer Premio de Interpretación, en el que se valoran letras, vocalización, voces y coreografía. Originariamente sólo había grupos masculinos
adultos, pero actualmente existen murgas femeninas y también infantiles.
La Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá es la más veterana, y se considera la madre de las murgas canarias. Su creador, Enrique González Bethencourt, fue galardonado en 2001 por el Rey de España, tras su intensa dedicación a desarrollar el carnaval aún durante el régimen dictatorial de Franco. Los concursos de murgas son uno de los actos más populares del Carnaval. Tanto es así, que las entradas del concurso de murgas adultas para la final suelen agotarse pocas horas después de salir a la venta, y el día del concurso, la gente hace cola, incluso, desde el día anterior para poder disfrutar de las mejores localidades.
En los años 80 el desarrollo de las murgas se hizo imparable, se empezó a cantar en diferentes tonos de voces (en ocasiones 2 o 3, comprendidas entre altos o tenores, barítonos y bajos). En Santa Cruz de Tenerife hicieron aparición dos murgas que posteriormente se transformarían en históricas por su palmarés: Los Singuangos y Los Mamelucos.
Durante los 90, en Tenerife hasta 7 murgas distintas logran el primer premio de interpretación.
Con el nuevo siglo, comienza un giro en casi todos los aspectos: Bambones aparece como la "murga de moda" y se impone en todos los concursos que caen en años impares desde 1999 a 2005.
En el año 2010 se cumplieron las bodas de oro del concurso de murgas, puesto que en 1961 se celebró el primero de ellos, que tuvo lugar en la Plaza del Príncipe, cuando el Carnaval también se denominaba Fiestas de Invierno. Por aquel entonces actuaron las murgas ‘Los leones del Toscal’, ‘Afilarmónica Ni Fú - Ni Fá’, ‘La murga del Chucho’, ‘La murga Marte’, ‘La murga Pepé’ y ‘La Silenciosa de Tacoronte’. Bajo la organización de la Delegación Provincial de Prensa, Propaganda y Radio del Movimiento, en colaboración con Radio Juventud, el primer galardón recayó en la ‘Afilarmónica Ni Fú - Ni Fá’ (3.000 pesetas), el segundo premio fue para ‘La murga Marte’ (1.000 pesetas) y el tercero para ‘La murga del Chucho’ (500 pesetas).
Desde aquella primera murga en Tenerife formada por los marineros gaditanos del "Laya" hasta nuestros días, el cambio ha sido notable. Las murgas llegan a cantar en 5 o 6 tonos diferentes, la percusión cada vez incluye más instrumentos y ritmos más movidos, las coreografías aumentan y las letras se preparan con más esmero y antelación que antes.
Historia de las Murgas
A principios del siglo XX, avanzado el año 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial y ante la certeza de que submarinos alemanes operaban en aguas de las Islas Canarias, se ordenó al cañonero “Laya”, de la Marina de Guerra española, permanecer en la bahía de Santa Cruz, entonces capital del archipiélago, para realizar misiones de vigilancia, patrullando constantemente, y durante varios años, por aguas de las Islas.
En el Carnaval de 1917, la marinería del “Laya” obtuvo el visto bueno, por parte de la oficialidad, de disfrutar del Carnaval de Santa Cruz, participando en el mismo constituyendo una chirigota, fieles a la tradición de su tierra, puesto que la inmensa mayoría de la tripulación era gaditana.
Al año siguiente, el Laya seguía patrullando por las islas Canarias y los marineros decidieron volver a sacar una chirigota. En esta ocasión se denominaron 'Los Delicados' y hasta hicieron su propio libreto, que se conserva en la Biblioteca Municipal de Tenerife.
En ese segundo año de estancia del cañonero Laya en Tenerife, 1918, fueron ya varias 'murgas', encabezadas por la de 'El Flaco', las que se decidieron a salir junto a la chirigota de los marineros de Cádiz.
Así fue como el pueblo santacrucero fue testigo de una nueva forma de vivir la fiesta, un nuevo modo de participar en ella, de constituir un grupo musical de corte bufo en el que la letra de las canciones era más importante que la interpretación de las mismas, pues contenía temas propios de la actualidad isleña y otros más banales de contenido “picante”, y en los que el humor y la crítica jugaban un papel fundamental.
Por ello, puesto que esta nueva forma de vivir la fiesta caló muy hondo en el Carnaval tinerfeño, y fue totalmente aceptada por el pueblo como un colectivo carnavalero más, puede afirmarse, sin temor a equívocos, y queda así reflejado en la prensa local de entonces, que aquellos marineros constituyeron la primera murga creada por y para el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, aunque de una forma “achirigotada”, puesto que crearon escuela, y ya, al año siguiente, cantando canciones similares con contenido crítico y humorístico, se vieron recorrer las principales calles y plazas de la población, imitándoles, varios grupos de carnavaleros que, sin saberlo, irían dotando de una personalidad propia a este tipo de agrupaciones, para culminar en esa forma particular que constituye, hoy en día, a la murga tinerfeña y, por ende, a la murga canaria, puesto que esta forma de participar en la fiesta traspasó no sólo el ámbito municipal sino también el insular, pues, en la actualidad, existen murgas en todas las Islas Canarias.
La murga, pese a tener sus mismas raíces, evidencia hoy en día una diferencia muy considerable con las agrupaciones gaditanas, lo que constituye un endemismo carnavalero propio de Santa Cruz de Tenerife.
Murga Los Zeta Zetas
Final del Concurso de Murgas Adultas de Santa Cruz de Tenerife 2019:
DIABLOS LOCOS - BURLONAS - BAMBONES - LA TRAVIATA - ZETA ZETAS - TRIQUIKONAS - MAMELUCOS - TIRALENGUAS
La Murga los Zeta Zetas consigue el 1º premio de interpretación en el concurso de Murgas del Carnaval de Santa Cruz 2019.
Murga Los Bambones
Todas las noches salía sin darme cuenta ya es la hora… así se despide la murga Los Bambones cada Carnaval «Bambones, mi vida es ser un Bambón»
Murga Los Diablos Locos
La Murga Los Diablos Locos cumple 50 años en 2020 y por ello La Casa del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife alberga desde el 10 de enero, la exposición conmemorativa de los 50 años de historia de esta popular murga. Esta muestra temporal realiza un recorrido por la dilatada trayectoria de una de las formaciones más señeras y premiadas del Carnaval santacrucero.
Murga Los Mamelucos
Exposición "40 años de MAMELUCOS en el Carnaval", en el REAL CASINO DE TENERIFE, del 31 de Enero al 29 de Febrero de 2020.