Rogativa de la Virgen de la Encarnación (Adeje)
La tradicional Rogativa de la Virgen de la Encarnación se celebra todos los años, coincidiendo con el tercer domingo de la Pascua de Resurrección; con ella, los adejeros cumplen la promesa que hicieron hace más de 300 años a la patrona.
Desde las 9 de la mañana, los peregrinos se congregan en la Iglesia de Santa Úrsula, en Adeje Casco, desde donde inician el camino junto a la venerada imagen.
Durante el trayecto se van realizando varias paradas en las que se hacen ofrendas musicales y se leen pasajes de la Biblia. La comitiva recorre las calles de Adeje hasta llegar al puente que cruza la autopista, para a continuación traspasar el Portón de la Virgen y proseguir el recorrido por el tradicional Camino de la Virgen a través de las toscas coloradas, que aún conservan las huellas de las carretas que se utilizaban antaño. Tras su parada en la Era, la imagen será recibida por la imagen de San Sebastián a la entrada de El Humilladero, lugar donde dice la tradición fue encontrada la talla de la Virgen. Finalmente, ambas imágenes entrarán juntas a la Iglesia donde se celebra la eucaristía.
La Rogativa es una tradición que se remonta al siglo XVI, momento en que Pedro de Ponte decide trasladar la imagen de la Virgen hasta la iglesia de Sta. Úrsula, para protegerla de las incursiones de los piratas de esta zona del litoral adejero. Los vecinos de la época, no muy conformes con la decisión, prometieron llevar la imagen en peregrinación cada año hasta su primera morada el día de su fiesta.
La tradición perduró a lo largo de los años, durante los cuales además de cumplir la antigua promesa, los adejeros pedían a la Virgen que los protegiera de plagas, enfermedades y hambrunas, tal y como se recoge en el Libro de Milagros de Nuestra Señora de la Encarnación en el Archivo Parroquial de Santa Úrsula de Adeje.
El origen de la primitiva imagen de la Virgen de la Encarnación se remonta a los primeros años de la conquista de Tenerife y posterior colonización de la zona. Esta talla apareció en el lugar costero de La Enramada, donde recibió culto por primera vez.