La Cruz de Plata en Icod
Cruz de Plata o Cruz de Icod, plata tallada.
Autor: Gerónimo de Espellosa, siglo XVII.
Ubicación: sala del Museo o Sala de la Cruz (Iglesia de San Marcos).
En el pequeño museo situado a los pies de la Iglesia de San Marcos, en el lado del Evangelio, se conservan algunos de los objetos artísticos más valiosos del templo, en especial la gran Cruz de Plata encargada por el deán de la catedral de Santiago de Cuba, Nicolás Estévez Borges.
Esta Cruz de Plata de Icod está considerada, al menos entre las actualmente catalogadas, como la mayor cruz de filigrana en el mundo. Creída, por insuficiente información, obra de los talleres de Puebla de los Ángeles (México), es pieza de extraordinaria calidad y magnitud de la platería cubana. Se sabía que fue donada a su parroquia bautismal por Nicolás Estévez Borges, deán de la catedral de Santiago de Cuba, pero por las investigaciones del estudioso habanero Leandro F. Romero Estébanez, ha quedado aclarado que este canónigo tinerfeño no acudió a Puebla, sino que fue el platero de La Habana, Gerónimo de Espellosa, el autor de la cruz de filigrana de Icod. La terminó de labrar en 1665 con unos 47 kg de metal y una altura de 2,40 metros. El árbol de la cruz es cilíndrico y se apoya en un pedestal adornado con roleos posmanieristas que lo hacen precedente, y de mucha mayor dimensión, de los famosos manifestadores de filigrana dorada de las catedrales de La Habana y de Santiago de Cuba del siglo XVIII. Este pedestal o peana en planta octogonal es la parte más sobresaliente de la Cruz con su prodigioso dibujo geométrico, una obra que está considerada como una pieza única en el mundo.
Jerónimo de Espellosa era natural de Barbastro (Huesca) y, según L. F. Romero, fue fundador del gremio de plateros en La Habana junto con el orfebre Escobar, que firma la custodia de la Iglesia de la Peña de Francia en el Puerto de la Cruz, de sol con ráfagas, fechada en 1703.
Nicolás Estévez Borges
Legado del deán de La Habana Nicolás Estévez Borges, natural de Icod de los Vinos:
Desde La Habana llegaron muchos objetos del presbítero icodense a Tenerife. Por ejemplo, en la cláusula veinticuatro de su testamento prescribió el envío de una cruz de plata a su primo Gonzalo Báez Borges.
La cruz de plata fue encargada al artista Gerónimo de Espellosa y estuvo en la capilla de la Magdalena, en el Convento de San Francisco, de acuerdo con lo dispuesto por don Nicolás. En la celebración del Día de la Cruz se trasladaba, en la víspera, desde San Francisco a San Marcos y al otro día era devuelta a dicha capilla. La tradición se mantuvo por mucho tiempo, hasta la destrucción del Convento. Luego se trasladó a esta iglesia, donde ocupa el corazón del Museo.
En la Exposición Universal de Sevilla, en 1992, fue muy celebrada y mereció un lugar de honor en el pabellón del Vaticano. Esta pieza, junto con un grupo de objetos de plata encargados por Gonzalo Báez Borges, el fundador de la capilla, debió llegar a Icod en 1667, cuando este primo de Don Nicolás Estévez había fallecido, sin que uno ni otro llegaran a contemplar tan sobresaliente belleza.
Nicolás Estévez Borges: ver en Descargas (Publicación nº 53 del Anuario de Estudios Atlánticos)