Icod de los Vinos
Fiestas Patronales de SAN MARCOS EVANGELISTA
Se celebran en el mes de Abril.
FIESTAS DE SAN ANDRÉS
Durante estos días se "corren las tablas" una tradición única en Canarias que consiste en lanzarse sobre una tabla de tea previamente engrasada por empinadas calles, para llegar en rápida carrera hacia el final de la vía. Las tablas grandes o pequeñas dan cabida a una o más personas. Asimismo en la víspera se bautiza el vino nuevo. Las bodegas familiares son abiertas para que amigos y visitantes prueben el vino. Este bautizo se acompaña con cantos de isas, folias y malagueñas.
FIESTAS PATRONALES DE SANTA BÁRBARA
Las fiestas se inician con la salida en busca de la rama en la que participan numerosos vehículos engalanados. Se enraman las calles y se construye un arco artesanal en la fachada principal de la iglesia, otorgándose premios a las fachadas particulares mejor enramadas.
La víspera del día principal se inicia con una diana floreada acompañada de banda de cornetas y tambores, un poco más tarde tiene lugar la tradicional ofrenda de los famosos bollos por las señoras proveedoras, y el encuentro de bollos y cestos con acompañamiento de algún grupo floclórico. El día principal de la fiesta llegan al pueblo miembros del Arma de Artillería a honrar a su Patrona y junto con diversas autoridades se celebra una misa. Por la noche se reza el rosario y sale la Santa en procesión; durante el trayecto se queman fuegos artificiales. Todo termina con la entrega de bandera a la comisión de fiestas del próximo año y verbenas.
LOS HACHITOS EN LA NOCHE DE SAN JUAN
En Icod de los Vinos, la noche de San Juan se torna de luz y color. El municipio se enciende y comienza una de las fiestas más esperadas del año. La tradición de los "Hachitos", antiguamente confeccionados de tea y utilizados para alumbrarse en la noche, data de la época aborigen. Los “Hachos” son una especie de candelabros de dos o tres metros de altura, están elaborados con madera y rematados sus extremos con cacharros envueltos en paños mojados en petróleo donde prenden las antorchas. Éstos son decorados con ramas, flores y cintas. Al caer la noche se encienden las hogueras y comienza el desfile desde La Vega hasta el Amparo acompañados con la música del "tajaraste" que se mezcla con la alegría de los vecinos.
Esta fiesta es un resto del culto al fuego en el solsticio de verano aunque, en la actualidad, su último trayecto se hace en procesión con la imagen de San Juan. También se elaboran Hachitos que se sitúan en las lomas simulando dibujos mientras otros se lanzan montaña abajo representando el descenso de la lava.
Todos los hachitos son diferentes, fabricados artesanalmente por los vecinos de los barrios de Icod, y en los que cada uno trata de poner su imaginación al servicio de la fiesta, pueden contarse cientos de ellos a lo largo de los diferentes barrios que mantienen esta original tradición, aunque hay tres núcleos destacados en esta celebración y cada uno de ellos mantiene diferencia con respecto a la forma de expresión de los otros:
Las Canales: Los hachitos de las canales cuentan con tres brazos que al llegar a lo alto del monte se les prende fuego, dibujando cada uno su propia imagen en llamas sobre la ladera, momento en el que el encendido de una monumental cruz, que se puede ver a kilómetros de distancia, se convierte en protagonista. También en Las Canales se realizan las famosas Bolas de Fuego, que son sacos de hilo rellenos de piñas secas que se cierran cosidos y se envuelven con alambre para darles forma esférica y que, una vez en llamas, son lanzados cuesta abajo en clara referencia a las lavas del volcán descendiendo por la ladera.
El Amparo: Los hachitos realizados en El Amparo, al igual que los de Las Canales, tienen tres brazos, una vez entrada la noche se sale en procesión con antorchas alrededor de la imagen de San Juan, a esta comitiva se les suman los transportadores de los hachitos que los llevan, por las laderas cercanas, en una romería multicolor, y con un ambiente festivo, en el que el ritmo lo marcan las agrupaciones musicales interpretando Tajarastes con flautas, tambores y acordeones.
San Marcos: los llamados hachitos de la playa se caracterizan por tener un sólo brazo, los portadores se concentra en las laderas cercanas y, una vez encendidos, bajan hasta la orilla de la playa, al ritmo de la música tradicional canaria, donde terminarán con un gran baño en el mar, como acto de purificación en esta mágica noche.
El origen de esta fiesta ritual se suele en la época anterior a la conquista de la isla por la Corona de Castilla, en el siglo XV, cuando los guanches aún vivían en su propia cultura y adoraban al volcán como lugar dónde residía el Guayota, nombre que daban los aborígenes al diablo, que escupía fuego al enfadarse.