Hace 7 millones de años
Las rocas más antiguas que hoy afloran en Tenerife parecen tener unos siete millones de años. Erupciones submarinas anteriores fueron acumulándose en el sustrato de la isla, que comenzó a surgir sobre el nivel del mar en la zona de Teno (vértice noroeste actual) y en la base de Anaga en el noreste. Lo que hoy aflora de esta etapa, comprendida entre los siete y los tres millones de años de antigüedad, se refleja en el esquema A (color Violeta). Se trata de un volcanismo fisural del que sólo quedan los restos de tres grandes edificios: Teno, Anaga y Adeje, que tal vez estaban enlazados y que, por supuesto, eran más extensos y elevados de lo que son actualmente. Se caracterizan estos edificios porque sus centros de emisión aparecen alineados siguiendo las directrices de grandes fracturas; esto da lugar a que los productos volcánicos se hayan ido apilando en forma de tejado, cuya divisoria forma todavía la línea de cumbres. Este primer ciclo eruptivo culmina con unas emisiones sálicas (traquíticas) que hoy constituyen la cobertura de muchas crestas de Anaga.