Güímar
En Güímar hay numerosas huellas de su poblamiento prehispánico.
Las Cardoneras y Montaña Grande han protagonizado el hallazgo de abundantes restos, mientras que en la Cueva de la Arena, el Barranco de Badajoz, el de Guaza, Escobonal, Chicaica, etc., se han localizado restos humanos así como un poblado con necrópolis.
Como sucede con otras localidades antiguas de las islas, recorrer las calles de Güímar constituye un aliciente.
La iglesia parroquial de San Pedro es de una bella arquitectura que guarda en su en su interior interesantes tallas así como otros objetos de culto.
La zona de Chinguaro es eminentemente agrícola, y muy cercana al casco de la ciudad.
La vida religiosa del municipio surgió en los albores del siglo XV. Con la aparición de la Virgen del Socorro en las playas de Chimisay, la población guanche se centró, en ese entonces, en su traslado desde el lugar donde se halló la imagen hasta la residencia de invierno del menceyato, en la que fue venerada y visitada por el resto de los menceyatos. Dicha residencia se halla ubicada en un lugar próximo a depósitos de agua naturales, indispensables para la vida aborigen. Este paraje era conocido con el nombre de Chinguaro.
En la actualidad y debido a su gran riqueza de yacimientos arqueológicos, ha sido declarada Bien de Interés Cultural. Se encuentra en proyecto la realización de un parque arqueológico.
Este sitio se convirtió en lugar de culto y peregrinación de los aborígenes de toda la Isla con anterioridad a la llegada y conquista de las Islas Canarias por parte de los conquistadores castellanos.