La Matanza de Acentejo

La localidad de La Matanza de Acentejo conserva estampas de su pasado e invita a una visita a su casco, siempre evocadora.

El templo parroquial es obra reciente. La anterior edificación, definida por Viera como "iglesia decente de tres naves y cura provisión del obispo, además de otros sacerdotes", fue arrasada por un voraz incendio ocurrido el 26 de junio de 1936.

Finalizada la guerra civil, se levantó un nuevo templo, con proyecto firmado por el arquitecto Enrique Rumeu de Armas.

Para su interior se eligieron esculturas de Mariano Benlliure y hubo de dotársela de nuevos elementos de culto, desaparecidos los anteriores durante el incendio.

La ermita de San Antonio Abad, construida poco después de la Conquista en el barrio que lleva su nombre, es otro lugar de interés, en torno al cuál se han recuperado dos antiguas viviendas de arquitectura tradicional.