Día Internacional de las montañas
Tenerife posee una diversidad y singularidad geológica propias de las islas volcánicas. Su orografía está formada por altos macizos antiguos (Anaga, Teno y Adeje), las dorsales (Pedro Gil, Abeque y dorsal Sur o de Adeje) y el edificio central de Teide-Pico Viejo.
Por muchas razones las montañas de Tenerife son de gran importancia para el ecosistema de la Isla, el cual hay que proteger debido a su fragilidad ante el cambio climático, densidad del turimo creciente y sobreexplotación de sus recursos.
La ONU proclamó en 2003, el día 11 de diciembre como el Día Internacional de las Montañas por muchas razones, entre las que destacan:
- Las montañas cubren el 22 por ciento de la superficie de La Tierra.
- En las montañas habita el 15 por ciento de la población del planeta, casi mil millones de personas.
- Más de la mitad de la población mundial depende de las montañas para abastecerse de agua, alimentos y energía.
- Las montañas aportan entre el 60 y el 80 por ciento del agua dulce del planeta.
- Muchas comunidades que viven en regiones altas dependen de las montañas, pero también dependen de ellas pueblos que viven en las zonas bajas.
- Las montañas juegan un papel fundamental en la generación de energías renovables, especialmente, la energía hidráulica, solar, eólica y el biogás.
Pero por desgracia, las montañas están en peligro debido al cambio climático, la degradación de los suelos y la sobreexplotación de los recursos.
Campaña para 2019: las montañas son importantes para los jóvenes
La FAO es el organismo coordinador para la preparación y festejo de esta conmemoración.
En 2018 el tema fue "Las montañas son importantes" con la etiqueta en inglés #MountainsMatter. Y en este año 2019 el tema es: "Las montañas son importantes para los jóvenes".
Se tratará el problema que afrontan los jóvenes que habitan en las montañas a los que en muchas ocasiones solo les queda la salida de la emigración, lo cual implica el abandono de la agricultura, la degradación del suelo, y la pérdida de valores y tradiciones ancestrales.
La solución que propone la FAO y la ONU es que se invierta más en formación, acceso al empleo y mejores servicios públicos, para garantizar a los jóvenes una vida mejor y que puedan desarrollar su potencial en sus lugares de origen.