Observación de Aves
La Avifauna de Tenerife
La Avifauna de Tenerife y de Canarias es muy similar a la que podemos encontrar en el resto de España, pero enriquecida por una serie de formas procedentes del continente africano. Además, el efecto de aislamiento producido por la insularidad y la consecuente falta de intercambio genético con las poblaciones continentales han favorecido la existencia de especies y subespecies endémicas, es decir, especies de aves que solo existen en las islas y que han evolucionado a partir de especies del continente.
En Canarias nidifican cerca de un centenar de aves de las que seis tienen el privilegio de ser exclusivas de las islas: el pinzón azul del Teide, las palomas rabiche y turqué, la tarabilla canaria, el reyezuelo de Tenerife y el mosquitero canario. Otras especies singulares no son exclusivas de Canarias, aunque sí de la Macaronesia, unidad biogeográfica que incluye Madeira, las Salvajes, Azores, Cabo Verde y Canarias: por ejemplo, el vencejo unicolor, la bisbita caminero y el canario, son endemismos macaronésicos; además se reconocen una treintena de subespecies endémicas de Canarias. En cuanto a las aves migratorias el número de especies citadas con certeza es superior a 300.
La separación entre otras islas ha producido, además, la diversificación de una misma especie. Así, el herrerillo africano tiene en Canarias cuatro subespecies distintas y el pinzón vulgar tres.
Las Islas Canarias ofrecen a las aves una gran variedad de ecosistemas. Las islas más orientales - Lanzarote y Fuerteventura - son las más desérticas y acogen especies propias de estos hábitats, como la amenazada avutarda hubara, el corredor sahariano o la ganga ortega. Las islas occidentales, por el contrario, presentan mayores contraste en el paisaje: zonas costeras con playas y acantilados; cultivos y vegetación basal; bosques de pinar, laurel y fayal-brezal, y áreas de montaña. La presencia de roques - islotes - e islas escarpadas sin asentamientos humanos de importancia presta refugio a un buen número de especies de aves marinas: pardelas, paíños, gaviotas, charranes, etc.
La rica diversidad de ecosistemas que ofrecen los espacios protegidos canarios, constituyen un atractivo escenario para el desarrollo de actividades en contacto
con la naturaleza. Recorrer y visitar la extensa red de senderos que atraviesan estas maravillas de la naturaleza se convierte en una actividad obligada para todo aquel turista o residente que quiera conocer nuestra rica biodiversidad. La observación de aves en Tenerife nos dará la oportunidad de reconocer sobre el terreno los mecanismos siempre fascinantes de la evolución en los medios insulares.
Observación de Aves en Los Realejos
El municipio de Los Realejos es uno de los más afortunados de la isla en cuanto a su riqueza natural, que se pone de manifiesto en el hecho de que casi el 50 % de su suelo está protegido por leyes ambientales. Por sus condiciones tan particulares, Los Realejos se configura como una de las zonas más protegidas de las islas, estando esta conservación amparada por varias figuras legales de protección, a nivel nacional, regional (Ley de Espacios Naturales de Canarias), europeo (ZEPA - Zona de Especial Protección para las Aves) y mundial (Patrimonio Mundial de la Humanidad).
Entre estos espacios sobresale por su biodiversidad el Paisaje Protegido de los Campeches, Tigaiga y Ruiz, que incluye además, el Sitio de Interés Científico de Barranco Ruiz. Estos espacios constituyen una misma unidad geográfica y paisajística, situados al oeste del Valle de la Orotava. Se trata de un paisaje abrupto de gran belleza, perfilado por grandes escarpes.
La variedad de espacios protegidos y la riqueza faunística que éstos albergan, ha dado lugar a que se prodigue en Los Realejos el turismo ornitológico, una modalidad de turismo de naturaleza que cuenta cada vez con más seguidores. Cada día es más frecuente la presencia de aficionados o profesionales en zonas como la balsa de La Cruz Santa, un espacio que en periodos migratorios puede deparar gratas sorpresas en forma de “rarezas”, como la garza azulada observada en 1998 por Domingo Trujillo, Cesáreo González y Manuel Siverio, y que significó que esta especie, originaria de América del Norte y Central, supusiera el primer registro homologado para España.
Otros dos puntos de atención para practicar esta actividad son los miradores de El Lance y de La Grimona, dos de los rincones más accesibles de la isla para la observación de una de sus más destacadas especies endémicas: la paloma rabiche. Asimismo, recorriendo la Ladera de Tigaiga con su frondosa masa forestal, donde predominan el fayal brezal y la laurisilva, y los pinares cercanos, se pueden ver otras dos joyas de la naturaleza canaria: la paloma turqué y el pinzón azul.
CITA (Ver en descargas):
Guía de Turismo Ornitológico de Los Realejos (Edita: Excmo. Ayuntamiento de Los Realejos)
Observación de Aves en Los Silos
Los Silos, a pesar de su escaso tamaño, alberga una rica y singular biodiversidad. Buena parte de su territorio, más del 50%, se encuentra altamente protegido por sus valores biológicos y geológicos. El Parque Rural de Teno y las Charcas de Erjos, el Paisaje Protegido de Acantilados de La Culata, el Sitio de Interés Científico de Interián y la Zona de Especial Protección para las Aves de Teno, son los espacios protegidos más destacados en el territorio silense.
Las Charcas de Erjos, uno de los pocos humedales de Tenerife, es un paraíso para las aves. En la zona habitualmente se puede observar algo más de una treintena de especies, que la usan como lugar de alimentación, descanso y reproducción.
Rapaces como el gavilán (Accipiter nisus) y el ratonero común (Buteo buteo), pájaros cantores como el canario (Serinus canaria) y aves acuáticas como la gallineta común (Gallinula chloropus) y la focha común (Fulica atra) son algunas de las más singulares. Además, en ciertas épocas del año se pueden observar palomas de la laurisilva, que llegan desde el cercano Monte del Agua.
Durante los pasos migratorios y periodos invernales se han podido observar hasta más de cincuenta especies de aves migratorias, como la garza real (Ardea cinerea), agachadiza común (Gallinago gallinago), el andarríos chico (Actitis hypoleucos) y la cerceta común (Anas crecca).
Por su fragilidad e interés, para la conservación de la biodiversidad y por la singularidad y escasez de este tipo de paisajes en la isla, han sido incluidas dentro del Parque Rural de Teno.
Cita de la publicación: (ver en descargas)
González del Campo García-Vaquero P., J. J. Ramos Melo & E. L. González Méndez (2018). "Guía de ecoturismo de la Villa de Los Silos". (Edición Español). Ayuntamiento de la Villa de Los Silos. Birding Canarias S.L.U. 100 pp.
Observación de Aves en Teno
