Fauna Marina

La ictiofauna canaria está constituida por elementos atlántico-mediterráneos, tropicales y subtropicales, cosmopolitas, y macaronésicos, lo que origina una gran variedad de especies distribuidas según el tipo de sustracto o la profundidad.

Los peces más frecuentes en fondos rocosos son: vieja (Sparisoma cretense), mero (Epinephelus guaza), abade (Mycteroperca rubra), salema (Sarpa sarpa), sargo (Diplodus sargus), congrio (Conger conger), morenas (Muraena helena y Lycodontis spp.), cabrillas (Serranus cabrilla y S. atricauda), catalufa (Priacanthus cruentatus), rascacios (Scorpaena spp.), alfonsiño (Beryx splendens) y cherne (Poliprion americanus).

En fondos de arena y piedra aparecen samas y pargos (Dentex spp.), el bocinegro (Sparus pagrus), brecas y besugos (Pagellus spp.), la herrera (Lithognathus mormyrus), la chopa (Spondyliosoma cantharus) y la corvina (Argyrosomus regius).

En los fondos de fango y arena encontramos salmonetes (Mullus spp.), chuchos (Dasyatis pasticana), torpedos (Torpedo spp.), angelotes (Sguatina spp.), cazones (Mustelus mustelus y Galeorhinus gleus) y la merluza canaria (Mora moro).

En el ecosistema pelágico de Canarias están representados los pelágicos oceánicos y los pelágicos costeros. Entre los primeros, que presentan una marcada estacionalidad, aparecen túnidos netamente tropicales, como el patudo (Thunnus obesus), el rabil (Thunnus albacares) y el listado (Katsuwonus pelamis) y otros de aguas templadas, como el atún rojo y el atún blanco.

En el litoral de Tenerife se conservan ecosistemas marinos con un alto número de endemismos. Se registra la presencia de especies de tortugas de interés como la tortuga boba (Caretta Caretta) y de una colonia permanente de calderones (ballenas piloto) frente a las costas del sur. Estas ballenas miden entre 6 y 8 metros y pesan de 800 a 3000 kilos, formando unidades sociales de 10 a 200 ejemplares.