Los Helechos
Los helechos constituyen un grupo de vegetales primitivos que, aunque no desarrollan flores, poseen haces conductores y estructuras equiparables a tallos, hojas y raíces. Por lo general, se reproducen por esporas englobadas en esporangios que se agrupan a su vez en soros protegidos, cuya morfología y disposición contribuyen a su identificación, también poseen reproducción vegetativa por medio de rizomas.
Están mejor adaptados a vivir en ambientes frescos o húmedos y a zonas cálidas, por lo cual su diversidad y abundancia va disminuyendo a medida que nos alejamos de las zonas tropicales. Constituyen uno de los grupos vegetales terrestres más antiguos, presente ya desde el Período Carbonífero, hace más de 350 millones de años.
Dentro del Archipiélago Canario, Tenerife es la isla con mayor número de helechos. Desde un punto de vista histórico, en 1724, L. Feuillée recoge, en su manuscrito del viaje al archipiélago para fijar la posición del meridiano 0, los primeros dibujos realizados in situ sobre helechos canarios, correspondientes a la hierba candil y a un trozo del fronde de un Polystichum setiferum, probablemente observados en las cercanías de La Laguna, en cuyos alrededores herborizó y donde pernoctó en varias ocasiones en casa de la familia Porlier.
Aportaciones significativas al conocimiento de este grupo de vegetales en Canarias fueron hechas a principios del siglo XIX por el famoso botánico A.J. Cavanilles, basándose en diversos materiales recolectados y enviados por el cónsul francés P.M.A. Broussonet desde Tenerife.
Los helechos están distribuidos en distintos hábitats, los lugares más favorecidos son aquellos que corresponden en general a los ambientes húmedos del Monteverde. Aparte de éstos, están presentes, aprovechando las épocas invernales más propicias, desde casi el nivel del mar hasta las cumbres por encima de los 2.000 m de altitud.
El Monteverde constituye el hábitat más idóneo para el desarrollo de esta peculiar flora. En torno a 15 especies se hallan casi exclusivamente en estos lugares, como el helecho colchonero, que se localiza sólo en enclaves de los bosques de Anaga.
En el área natural de la laurisilva y bosques de fayal-brezal llegan a tener un protagonismo de primer orden las especies de gran porte, como el helecho de monte o la espectacular Píjara (Woodwardia radicans), el mayor de los pteridófitos canarios, cuyos frondes pueden llegar a superar los tres metros de largo, dando nombre a El Pijaral en Anaga.