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El Pájaro Canario

Universalmente conocido, el canario tiene sus orígenes en las Islas Canarias, si bien no sólo de este archipiélago es oriunda esta alegre ave, ya que también desde las Azores, Cabo Verde y Madeira fueron exportadas hacia el resto del mundo en el siglo XVI.
En Alemania, considerada la cuna de la cría del canario, se experimentaron mutaciones que fueron a dar con el ejemplar amarillo, un prototipo que en la retina de muchos todavía permanece como el canario original. Muy pocos saben que el silvestre (Serinus Canaria) es el 'abuelo' de todos los canarios. Era de color verde olivo, casi gris y su tamaño no sobrepasaba los 13 cm.

El Canario - El tesoro de las Canarias
Canario silvestre (Serinus canaria)

Plumas de color amarillo verdoso, voz melodiosa: así aparecieron los canarios ante los marineros de Liguria (Italia), que fueron los primeros en adentrarse en los exuberantes bosques de las Canarias en el S.XIV. Aquellos graciosos pájaros llamaron la atención de los navegantes, que no tardaron en improvisar redes para capturar algunos ejemplares. Todavía hoy los canarios pueblan aquellos bosques maravillosos, al igual que los archipiélagos de las Azores y de Madeira.
La reproducción en cautividad y los cruzamientos con otras aves de la misma familia de los fringílidos provocaron mutaciones en el plumaje original. En relación con esto, hay que conceder una cierta importancia al naufragio que tuvo lugar en las costas de la isla de Elba a finales del S.XV. Los canarios escaparon del barco que los transportaba y se adaptaron a vivir y acoplarse con los luganos y verderones comunes, muy abundantes en la isla toscana.
Los comerciantes alemanes colaboraron en este proceso de expansión: en el Siglo XVII se criaban en Nuremberg unos 8.000 ejemplares al año, con tal volumen de ventas que las autoridades dictaron severas disposiciones contra quienes vendían como canarios de Nuremberg aves criadas en otras plazas.

De las cortes a las minas
Canario silvestre (Serinus canaria)

Según la tradición, la difusión en Inglaterra de los pequeños plumíferos se debe a Sir Walter Raleigh, quien ofreción algunos ejemplares a Isabel I a su regreso de las Canarias. La soberana quedó tan encantada que ordenó su crianza y adoptó la costumbre de ofrecerlos a sus invitados en señal de benevolencia. Cuando empezó a prevalecer el amarillo en la librea de los canarios reales, Shakespeare, galantemente, lo atribuyó a que los ojos de la reina podían transformar en oro todo lo que miraban.
La exaltación de la habilidad canora de estos pajarillos correspondió a un zapatero que vivía en el Harz (Alemania), a comienzos del Siglo XVIII. Se dio cuenta de que su canario imitaba las melodías que entonaba durante su trabajo y lo adiestró hasta conseguir el arquetipo de la más conocida de las razas de canarios cantores, los flauta o harzer. Los mineros de la región acostumbraban a llevarlos consigo a las galerías de las minas de carbón: cuando se producía la más mínima fuga de grisú, peligrosa mezcla inodora de metano y aire, los pajarillos, sensibles a los efluvios, morían, lo que permitía a sus amos ponerse a salvo antes de perecer intoxicados por el gas. Así se convirtieron en auténticos compañeros en la vida y en el ocio de los mineros, quienes les enseñaban en sus horas libres a imitar increíbles sonidos.

Con las jaulas a cuestas
Los comerciantes tiroleses no tardaron en hacer la competencia a los italianos: así, el burgo de Imst, en el valle del Inn, se convirtió en la capital del comercio de canarios en el S.XVII. Cada año, cientos de vendedores ambulantes se citaban en la pequeña ciudad antes de viajar hacia los grandes centros europeos. Era un auténtico espectáculo verlos exhibir sus ejemplares en jaulas amontonadas sobre la espalda en milagroso equilibrio. Partían a principios de agosto y regresaban durante la Cuaresma; ambas ocasiones se celebraban con grandes festejos populares.

Las tres cualidades creadas por el hombre
Canario silvestre (Serinus canaria)

El canario azucarillo, como era conocido en la época de su descubrimiento, es hoy muy distinto de su sobrio progenitor amarillo verdoso. El hombre, con fantasía y habilidad, ha seleccionado los colores y las formas del cuerpo y de las plumas y obtenido razas expertísimas en el canto.
La primera variación significativa en la coloración del manto se produjo en 1670, cuando un criador alemán descubrió entre sus pupilos un canario completamente amarillo y, por medio de cruzamientos controlados, consiguió fijar esta anomalía del plumaje. En el S.XIX ya convivían ejemplares de plumas rizadas con otros de cuerpo más rechoncho. En Italia se han logrado razas de tonalidades muy variadas y los criadores se han dedicado incluso a la forma, por ejemplo al Gibber italicus.
EL CANTO
Los canarios cantores son criados y adiestrados con el único objeto de potenciar sus virtudes canoras; la forma del cuerpo y el color del plumaje no tienen importancia. Dos son las razas más extendidas en Europa: la flauta o harzer y la de Malinas o waterslager, de origen belga. El canto de los flauta es rico y potente; nace en la garganta, se emite a menudo con el pico cerrado y es particularmente dulce y melodioso en las notas graves. La raza de Malinas, en cambio, canta con el pico abierto y prefiere los sonidos  cristalinos, fuertes y graves: el "sonido del agua", como subraya su otro nombre, waterslager, que alude a la semejanza de su canto con el murmullo de las aguas. Una tercera raza de canarios cantores, el timbrado español, se ha difundido mucho en nuestro país, pero no así fuera de nuestras fronteras.
EL COLOR
Marfil rosáceo, ágata, ópalo y topacio, satinado, rubino y pastel: he aquí los originales nombres de los canarios de colores, es decir, de los que han experimentado mutaciones en la tonalidad de su plumaje. Todos pertenecen a una sola raza, la sajona, que cuenta con más de 200 variaciones cromáticas; por eso el color de las plumas ha sido el determinante de sus nombres. La forma del cuerpo no varía, únicamente el plumaje, que puede ser de un solo color (si se trata de canarios lipocrómicos, como el marfil), o ser de variaciones cromáticas (canarios melánicos, como el ágata). El color del pico y de las patas también puede variar: en la mayor parte de los canarios es rojo, mientras que en los ejemplares negro oscuro y gris oscuro es casi negro.
LA FORMA Y LA POSTURA
Canarios de forma y postura:así se definen las razas seleccionadas según la estructura del cuerpo, el plumaje y el porte, o las tres cosas al mismo tiempo. Pero no puede decirse que los resultados, aunque sorprendentes, sean del todo satisfactorios. Las razas obtenidas por los criadores se dividen en dos grandes grupos: los canarios de postura lisos, denominados también ingleses en recuerdo de su origen, y los canarios de postura rizados. Estos exhiben un plumaje henchido y elaborado y un aspecto un tanto extravagante: el parisién, por ejemplo, parece recién salido de las manos de un original peluquero. También el paduano tiene un aspecto bastante curioso: un largo ribete cae sobre sus ojos y las alas parecen manguitos.
Canarios lisos: Gloster, Norwich, Yorkshire, Border, Scotch.
Canarios rizados: Parisién, Rizado del Sur, Rizado del Norte, Paduano, Gibber Italicus.

Carnet de identidad del Canario
Canario silvestre (Serinus canaria)

El canario silvestre o serín canario (Serinus canaria) es una especie de ave paseriforme de la familia de los fringílidos (Fringillidae). A pesar de su nombre tanto común como científico es endémica de varios archipiélagos de la Macaronesia: las Islas Canarias, Azores y Madeira, y no solo de las primeras.
En Canarias, donde se la considera el símbolo animal del archipiélago, aparece en casi cualquier hábitat de las islas. De canto melódico, es el predecesor del Serinus canaria domestica o canario de jaula, ave de compañía más popular del mundo.

Fringílido de pequeño tamaño (12,5-13,5 cm), aunque mayor que el verdecillo (Serinus serinus) -del que muy probablemente desciende-, en el que destaca su llamativa coloración amarilla brillante (sobre todo en el macho), el pico grueso y el melodioso canto que exhibe. Es un ave endémica de la Macaronesia (Azores, Madeira y Canarias), presente en muy distintos ambientes, desde zonas bajas cercanas a la costa hasta altitudes superiores a los 2.000 m, siendo más abundante en áreas de vegetación termófila, límites inferiores del monteverde y pinares, así como en cultivos y plantaciones de árboles exóticos; además, llega a penetrar en los jardines y parques de ciudades densamente pobladas, y sorprende su nidificación en ciertos islotes y roques de los archipiélagos de Madeira (Ilhéu de Cima, Desertas, etc.) y Azores (Ilhéu da Praia, Graciosa). Cría en una gran variedad de árboles y arbustos, entre 1 y 8 m de altura, mostrando en las zonas de monteverde una especial predilección por el brezo (Erica arborea). En Canarias es una de las aves que comienzan a nidificar muy pronto, ya desde diciembre o enero. La puesta es de 3 a 5 huevos, que se produce en un nido en forma de taza con relleno vegetal (borra) en su interior. Su alimentación es granívora, aunque en ciertas épocas del año consume también invertebrados. Es bien sabido que de esta especie descienden distintas formas de canarios domésticos, las cuales han alcanzado fama mundial. Ello explica la introducción de ejemplares silvestres en otras zonas del planeta, tales como las islas Bermudas, Hawái y Puerto Rico. El canario no se encuentra amenazado, pues es muy común y presenta una amplia distribución; tan solo escasea en las dos islas orientales de Canarias (Fuerteventura y Lanzarote), donde tiende a extenderse poco a poco. En las últimas décadas se ha apreciado una colonización paulatina de ciudades como Santa Cruz de Tenerife.

Canario - Serinus canarius (Linnaeus, 1758)
Endemismo  propio  de  las  islas  Azores,  Madeira  y  Canarias (SNOW & PERRINS, 1998).
Orden: Passeriformes
Familia: Fringílidos
Género: Serinus
Especie: Serinus canarius
Hábitat: zonas boscosas de las islas Canarias, Madeira y Azores.
Dimensiones: de 12,5-13,5 cm
Peso: 14 g
Plumaje: amarillo verdoso con estrías negras
Nidada: 3 a 5 huevos moteados de marrón, en 2 o 3 puestas entre primavera y verano, incubadas por la hembra durante 14 días.
Alimentación:  semillas, frutas y brotes; también insectos durante el período de reproducción.

Hábitat y población
Canario silvestre (Serinus canaria)

Ha sido introducido en diversas partes del mundo. En el archipiélago canario se encuentra en todas las islas, siendo muy probable  que  los  efectivos  de  Lanzarote  y  Fuerteventura  sean  producto  de introducciones  recientes,  a  pesar  de  que  no  se  descarta  una colonización natural (MARTÍN & LORENZO, 2001).  
Ocupa  distintos  hábitats,  sobre  todo  las  zonas  de  medianías  con cultivos  y  restos  de  monteverde  o  pinar  mixto,  pero  también  las  formaciones más  densas  de  fayal-brezal,  pinares  y  ciertas  variedades  del  piso  basal (MARTÍN, 1987;  MARTÍN & LORENZO, 2001).  Además,  de  forma  menos abundante también habita algunos parques y jardines de  núcleos urbanos.
La población del archipiélago canario ha sido estimada en unas 80.000-90.000 parejas (BirdLife International/EBCC, 2000). Se  trata de  una  especie  común  y  ampliamente  distribuida  en  Tenerife, faltando sólo en los sectores más áridos del extremo meridional de la isla, en los   que   puede   verse   efectuando   desplazamientos.     
Aunque  se  le  ha  visto  en  la  mayor  parte  de  los  ambientes,  resulta particularmente abundante en áreas con cultivos limítrofes al monteverde y el pinar.  Por el  contrario,  es  muy  escaso  en  las  zonas  ocupadas  por  lavas recientes,  donde  su  presencia  se  ve  condicionada  por  la  existencia  de vegetación  arbórea  y  arbustiva,  así  como  en  la  alta  montaña.  También  se  le observa  en  parques  y  jardines  de  ciudades  como  Santa  Cruz,  La  Laguna, Puerto de la Cruz, etc.
De  acuerdo  con  las  investigaciones  de  VALIDO & DELGADO  (1996), aparece  con  densidades  de  1,73  aves/10  ha  en  el  monteverde,  y  de  0,70 aves/10 ha en pinares de repoblación (CARRASCAL, 1987).
Aparte  de  las  capturas  de  adultos  y  el  expolio  de  nidos para  su mantenimiento en cautividad, la destrucción y alteración del hábitat, el impacto de  los  mamíferos  introducidos  y  el  empleo  de  productos químicos  en  los cultivos son sus principales amenazas en la actualidad.

Citas y créditos

Atlas de las Aves Reproductoras de España / Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife)
Martí, R. & Del Moral, J. C. (Eds.) 2003. Atlas de las Aves Reproductoras de España. Dirección General de Conservación de la Naturaleza-Sociedad Española de Ornitología. Madrid.

Atlas de las aves nidificantes en el archipiélago canario (1997-2003)
General: Lorenzo, J. A. (Ed.) 2007. Atlas de las aves nidificantes en el archipiélago canario (1997-2003).
Dirección General de Conservación de la Naturaleza-SEO/BirdLife. Madrid.
Especies: Moreno, Á. C. y Rodríguez, F. 2007. Halcón de Eleonora, Falco eleonorae. En: Lorenzo, J. A.
(Ed.): Atlas de las aves nidificantes en el archipiélago canario (1997-2003), pp. 179-182. Dirección General de Conservación de la Naturaleza-Sociedad Española de Ornitología. Madrid.

"La Prensa" de El Día, sábado 20 de octubre de 2007: La introducción de pájaros canarios en la Europa de los siglos XVI y XVII

https://www.seo.org/ave/canario/

http://blog.birdingcanarias.com/

http://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/wiki/index.php?title=Canario

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Canario silvestre (Serinus canaria)
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