El Rosario
El nombre de este municipio está íntimamente vinculado con el de La Esperanza.
Lugar habitado por los aborígenes, debe su denominación a la esperanza con que los castellanos que lograron escapar de la batalla de Acentejo miraron, desde un monte, el campamento instalado en Añaza.
Tras la conquista, estas tierras se destinaron a lugares de cultivo de los señores que habitaban en La Laguna. Se dio la particularidad de que aquí se destinaron terrenos a la hierba pastel (de la que se obtenía el color azul), primera alternativa a la política cerealista del Adelantado.
Desde los inicios del poblamiento hubo de existir una modesta ermita consagrada a La Esperanza, que luego la familia Coronado sustituiría por una nueva edificación a mitad del s.XVI, dedicada a San Juan Evangelista. También desde esos primeros instantes hay aquí alcalde real.
La ermita del Rosario es también temprana y centro de la devoción a San Amaro (San Borondón), en Machado. Otras ermitas van erigiéndose en el término.
En 1813 se obtiene la municipalidad, con capital en La Esperanza, mientras que las parroquias de este nombre y del Rosario se erigen en noviembre de 1929.
En los años 70 de esta década, El Rosario cedió gran parte de su territorio y habitantes al municipio de Santa Cruz de Tenerife, capital insular.